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Cuando veintitrés pasó a su lado, dieciocho no tuvo más remedio que saludarlo y sonreir. No había caso con los impares, uno siempre termina encontrándose con ellos de una u otra forma. Estaba molesto con la complacencia mostrada hacia su par (¿o se dirá impar de todas formas?) pero no tenía posibilidad de actuar de otro modo. Además, veintitrés no sólo era un impar, sino que también estaba en la categoría de “número primo”. Era un rechazado entre los rechazados.
Para dieciocho, las directrices sobre la discriminación entre números eran bien claras y tenía plena conciencia de lo que le ocurriría si era sorprendido en acciones consideradas racistas o sexistas: sería condenado a ser una “x” en demasiados ejercicios de ecuaciones de adolescentes y en más de alguna ocasión le tocaría ser “despejado” como aquel mismo número al que había evitado. No se podía confiar en la calidad de la educación actual.
Sonrío con parsimonia y siguió su camino. Atrás arrastraba con orgullo ciertos unos y dos y tres y seis y nueves y hasta otro dieciocho que le permitiría dividirse si era necesario (se cuenta que hubo un tiempo que trató de arrastrar consigo un treinta y seis en caso de encontrarse con alguna molesta multiplicación pequeña, pero la personalidad de éste era demasiado arrebatadora para soportarlo durante más de algunos minutos). Sus pobres arrastrados no hacían una cola muy larga, pero era suficiente para dejar boquiabierto al veintitrés. Al menos el dieciocho se percataba de ello y le ayudaba a mantener la sonrisa.
“Pobrecito” pensaron ambos guardando las composturas.
5 comentarios:
Con profundo respeto los saludo.
Diariamente veo como somos discriminados por la falacia electoral, que promete y jamas cumple, dado que el asistencialismo político no es la solucion a nuestros problemas, y menos la repartición personalizada en unos pocos, de las riquezas nacionales. Todos aquellos que no queremos más la discriminacion, debemos enarbolar las verdaderas banderas de la igualdad social, del cooperativismo y de la justicia para todos iguales, y no la que con una equivocada historia nos quieren vender los gobernantes de turno.
Volvieron y seremos cada día más luchando por un mundo igualitario y sin fronteras.
Hola Mario. Compàrtimos tus pañabras. En la actualidad la discriminación ideológica se encuentra escondida detrás del asistenmcialismo y de la exclusión.
Estrategias de políticos para acomodarse ellos en el poder.
Pero no bajemos los brazos, sigamos luchando.
Un cariño y gracias por visitarnos.
Buen trabajo chikos
hOLA ...DIOS QUIERA QUE EN EL MUNDO EXISTAN MUCHOS"DIECIOCHOS"!!!!!
CLAU
Gracias Profe Clau
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