Recuerdo que en el año 2003, en tercer grado dela escuela primaria, presencié un caso muy particular.
Un día Rocío se quedó charlando conmigo en la esquina de la escuela. En la charla, de repente, empezó a decirme lo mal que se sentía por ser discriminada por toda la clase, incluída yo.
Yo le pregunté si recordaba alfguna situación en la que sintió una actitud negativa de mi parte.Y comenzó a recordar y decirme lo que sucedía en el aula:
- comentarios
- burlas
- risas
Y ahí reflaxioné y caí en la cuenta. Le pedí disculpas por todo lo que había hecho asumiendo mis actos equivocados. Ella me perdonó.
Lo primero que hice fue hablar con mis compañeros, juntos pensar en los lastimosos actos hacia ella.
Gracias a Dios las cosas fueron disminuyendo y Rocío se sintió integrada, no más aislada ni separada.
Lo primero que hice fue hablar con mis compañeros, juntos pensar en los lastimosos actos hacia ella.
Gracias a Dios las cosas fueron disminuyendo y Rocío se sintió integrada, no más aislada ni separada.
Yennifer
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3 comentarios:
¡Que buena historia Yenni!
Buena porque termina con un final profundo.
Los seres humanos somos responsables de nuestros actos, pero ¡qué maravilloso es cuando podemos darnos cuenta que nos equivocamos, que podemos pedir disculpas, que podemos comenzar de nuevo!
¡¡¡ADELANTE!!!
que importante fue charlar con esa persona y asì poder reflexionar!!! creo que de eso se trata de escucharnos!!!!!!!!! y respetarnos , querernos+++++++++
felicitaciones por el trabajo.
profe clau
Que buena actitud yennifer!
Te felicito
PAOLA MADUEÑO
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