Una mujer de 30 años que prefirió arrojarse a la pileta de un club con short y remera para no exhibir su físico en público, fue obligada a salir del agua, por lo que recurrió a
"Ella tiene algunos kilos de más y también le quedaron feas cicatrices de algunas cesáreas y por eso no quiere usar malla en público", comentó el esposo.
La mujer, Graciela Correa, quien se hallaba junto a su marido y sus hijos en el camping del Sindicato de Trabajadores Químicos de Ricardone, localidad situada a unos
El entredicho entre la mujer y el bañero concluyó cuando miembros de la comisión directiva se escudaron en los reglamentos del club y le pidieron que se retirara, por no allanarse a las disposiciones vigentes en la entidad.
"No esperaba que me trataran de esa manera, y mucho menos que me prohibieran bañarme y me echaran de la pileta; por eso decidí hacer la denuncia porque me sentí discriminada al no poder bañarme como el resto de la gente, aunque les expliqué mis razones".
Por su parte, los integrantes de la comisión directiva se defendieron de la acusación de la mujer argumentando que ellos no hicieron otra cosa que aplicar el reglamento vigente, "el mismo al que deben ajustarse todos los asociados que hacen uso de la pileta".
Yennifer
2 comentarios:
Que pena. Suerte.
Hola Gerardo. Gracias por visitarnos nuevamente. Ojalá tu expresión sea de pesar y no una manera irónica.
Un abrazo.
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