El 11 de abril en Karachi hubo un atentado en el que murieron al menos 57 personas y resultaron heridas varios centenares más.
Una o dos personas subieron a un escenario de madera, en el parque Nishtar Park, en el que se hallaban sentados varios líderes religiosos e hicieron explotar sus bombas. Decenas de miles de musulmanes suníes se habían congregado allí para la oración de la. Entre los muertos hubo tres destacados líderes religiosos, así como numerosos hombres, mujeres y niños. Decenas de personas más resultaron heridas en los momentos de pánico que siguieron a las explosiones.
Este atentado forma parte de una larga sucesión de ataques y actos de represalia entre grupos chiíes y sunníes, entre distintos grupos suníes y contra minorías religiosas. Tales ataques se han producido en un ambiente de discriminación religiosa, caracterizado por los llamamientos al uso de la violencia contra los infieles y los miembros de otros grupos religiosos.
El gobierno de Pakistán ha anunciado en varias ocasiones que iba a tomar medidas para poner fin a la discriminación religiosa y a la violencia sectaria, pero casi siempre se ha echado atrás debido a las protestas de grupos religiosos. Por ejemplo, se ha prohibido el uso de altavoces en las mezquitas para incitar a la violencia contra otros grupos religiosos o personas de distinta religión, pero la prohibición no se ha hecho cumplir, permitiéndose así que la violencia continúe. Asimismo, el gobierno prohibió en 2002 varios grupos religiosos que se sabía que habían participado en actos de violencia contra miembros de otros grupos e incitado a otros a cometer tales actos, pero tampoco esta prohibición se ha hecho cumplir. La organización no gubernamental Comisión de Derechos Humanos de Pakistán ha expresado su preocupación por el hecho de que el 8 de abril de 2006 el gobierno permitiera una concentración en Islamabad del grupo prohibido Sipah e Sahaba Pakistán, durante la cual se propugnó la violencia contra los infieles y se vendieron sin ningún reparo vídeos de actos violentos. Según informes, los organizadores expresaron su agradecimiento a la administración municipal de Islamabad por haber permitido la concentración en un lugar público. Hubo agentes de policía presentes, pero no tomaron ninguna medida contra quienes propugnaron el uso de la violencia.
Las minorías religiosas de Pakistán, incluidos los ahmadíes, los cristianos y los hindúes, también siguen siendo víctimas de violencia de motivación religiosa. La discriminatoria legislación sobre la blasfemia, que trata como delito la predicación y las prácticas religiosas de los ahmadíes, ha intensificado la atmósfera de intolerancia imperante. Cuando el gobierno retiró su promesa de reformar esta legislación, muchas personas vieron en ello una señal de que no iba a tomarse en serio la protección de las minorías religiosas. En marzo de 2005, el gobierno retiró su promesa de eliminar del pasaporte y otros documentos oficiales la información relativa a la filiación religiosa.
Darío
2 comentarios:
Os léo de desde un pueblecito en la costa de Barcelona (Catalunya, Spain). Tan sólo quiero dejar constancia de que apoyo al 100% vuestro proyecto. Acabo de llegar de Morocco, dónde pasé un mes viajando por el desierto y me duele tener que decir que todavía hoy en día tanto la religión como la política siguen discriminando a las personas... Pues he visto a muy pocas mujeres sin velo. En el siglo XXI, todavía quedan féminas obligadas a cubrir su rostro por una ley arcaica, y eso me apena. Gracias a Jorge por su invitación... os visitaré de nuevo!
Hola Siberieee. Gracias por tu visita y tu comentario, muy real y lastimoso a la vez. Te esperamos prontito.
Publicar un comentario