Diráseme que la docilidad de las mujeres declina muchas veces a ligereza; y yo repongo, que la constancia de los hombres degenera muchas veces en terquedad.
La prudencia de los hombres se equilibra con la sencillez de las mujeres. Y aun estaba para decir más; porque en realidad al Género humano mucho mejor le estaría la sencillez que la prudencia de todos sus individuos. Al siglo de Oro nadie le compuso de hombres prudentes, sino de hombres cándidos.
Si se me opone que mucho de lo que en las mujeres se llama candidez, es indiscreción; respondo yo, que mucho de lo que en los hombres se llama prudencia, es falacia, doblez, y alevosía, que es peor. "
Benito Jerónimo Feijoo • Teatro crítico universal • Tomo primero • Discurso XVI
2 comentarios:
Estoy muy de acuerdo con la autora,todo es muy cierto.Creo que falta mucho en Latino America, para que el hombre se capacite para sacar de su pensamiento ese comportamiento, que viene de a;os de cultura transmitida por nuestro ancestro.El trabajo esta en la educacion, para acabar de erradicar el machismo.
Hola Nestor: Gracias por tu visita y tu aporte. El autor del texto es Benito Jerónimo Feijoo.
Algún dato: Fray Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro (Casdemiro, Orense, 8 de octubre de 1676 – Oviedo, 26 de diciembre de 1764). Ensayista, sabio, polígrafo español del siglo XVIII.
El texto no tiene desperdicio.
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